Por Alexander Von Humboldt & Aimé Bonpland
Hemos hallado que la ciudad de Cuenca, en el reino de Quito, está circundada por tres riecillos, el Machángara, el río de Matadero y el Yanuncay. Los dos primeros son blancos, y el último de aguas negras. Estas aguas como las del Atabapo, son de un pardo de café por reflexión y amarillo pálido por transmisión. Son muy buenas, y los habitantes de Cuenca, que las beben de preferencia, no dejan de atribuir su color a la zarzaparilla, que según dicen crece abundantemente en las márgenes del río Yanuncay.
Tomado de "Viaje a las Regiones Equinocciales
del Nuevo Mundo." París, 1826.
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