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miércoles, 16 de noviembre de 2022
"El Adiós del Indio" por Luis Cordero (poema quichua)
Para el Ecuador, que por el otro lado destaca como un centro de actividades en el sector del arte poético en quechua durante aquella época, hay que mencionar al escritor Juan León Mera (183 2 - 1894) y a Luis Cordero (183 3 - 1912), ex-presidente de la República. El primero, entre otras en su antología "Cantares del pueblo ecuatoriano" (1892), reprodujo junto con poesías populares también algunas en quechua, al parecer de origen indígena, a más de otras escritas por Cordero. Este, un profundo conocedor del quechua, sobre todo del dialecto de la provincia del Azuay, o sea de la Sierra sur, fue desde luego el representante más importante en servirse del quechua para fines poéticos y didácticos. Se le conoce en primer lugar como autor del famoso poema " ¡Rinimi, llacta! pero tradujo también al quechua fábulas, ante todo de Felix María de Samaniego, Tomás de Iriarte y Juan Eugenio Hartzenbusch así como de Pedro y Esopo, "... con el objeto", según indica (Cordero 1955 : 388), "de ensayar el idioma de los indios en ficcioncillas que puedan ser entendidas y recitadas por los niños indígenas en nuestras escuelas rurales, copiosamente frecuentadas por estos infelices en aquellas localidades en que la suerte de sus padres no es tan desvariada y triste como en otras". (HARTMANN, R, 1990)
la versión del poema que más se acerca a la original creemos que es la plasmada en la Biblioteca virtual Cervantes:
¡RINIMI, LLACTA!
¡Rinimi, Llagta, rinimi
may carupi causangapa;
mana quiquin llagtashina
cuyanguichu runataca!
Huarmi, churita saquishpa,
ayllucunata cungashpa,
cay tata, quilla llugshigpi,
ñanta japinimi, Llagta.
Anga mi llayta ricushpa,
imashinami urpi huahua,
urcuta tigrash, chingarin,
cacapi miticungapa;
Chasnami cuyaylla rini,
supay aputa manchashpa;
chasnami, mana jaycapi
ricuringapa, chingasha.
Chayug runa cashca quipa,
huagchami cani cunanca;
paymi callaymanta quichun
jatun Apunchi cushcata.
Ñuca huasi paypag huasi;
ñuca allpapish paypag allpa.
¡Huayrapi rig ugshashina
causacunimi, Llagtalla!
Ushi huahuapish huañunmi,
paypag ucupi huacashpa.
¡Ushita quichuna randi,
shunguta quichunman carca!...
¡Alau! mishpa, cungurishpa,
maquicunata churashpa,
quishpichigpa ñaupagpimi
huacami runa cashcata.
Pay Apunchicha ricunga;
paychari cayta munarca;
payhuanmi saquishpa rini
ishcay curipiticaca.
Ichapish, Pay cutichigpi,
muyumusha carumanta,
huarmihuanpish, churihuanpish,
mitiscushpa callpangapa.
Maycan tuta, chaupi tuta,
sachata catish, chayashpa,
huiquijunda ugllashachari
cunan jichushegcunata.
¡Icha quimsandi llugshishun;
quimsandilla causangapa,
mana pipish tarigrina
urcuhuashapi chogllashpa!
Huañunatami llaquini
chican llagtapi, sapalla,
manapish cayman cutishpa,
manarag ishcayta ugllashpa.
¿Pichari, chasna huañugpi,
«Huañunmi» nishpa huillanga?
Ishcayca ñuca cutigta
shuyangachazi shuyaylla...
¡Chayca ña quilla shamunmi,
payuchaupita quimllashpa!
Chayca jatarish purina
llaquipish chayana cashca!...
Rinimi, Llagta, rinimi
may carupi huañungapa.
¡Mana quiquin llagtashina
cuyanguichu runataca!
Preferimos esta versión castellana de la Señora Doña Angeles León Viuda de Cordero:
Me voy, mi tierra, me voy
Muy lejos a soterrarme
Tú eres para mí enemiga
En lugar de ser mi Madre.
De mujer, hijo y parientes
Muy pronto voy a alejarme,
Esta noche, cuando salga
La luna a alumbrarme.
Cual tortolilla inocente
Que está gimiendo en la tarde,
Cuando atisba el gavilán
Se oculta tras los zarzales;
Así me voy de mi Patria,
Huyendo de rey tan Grande,
A esconderme para siempre
Donde no puedan hallarme
Rico fui... todos mis bienes
Me ha quitado el miserable;
En la pobreza en que vivo
No tengo ni a quien quejarme.
Mi casa es la casa suya
¡Todo ha sabido quitarme!
Así pasaré mi vida
Como la paja en el aire
Mi hija ha muerto en su servicio,
Por su rigor implacable,
Sin pensar que daba muerte
A mi corazón de padre.
Hincado, puestas las manos
En actitud suplicante,
El ser indio gimo y lloro
Al Dios Poderoso y Grande.
A mi hijo y mi mujercita,
El mismo, cuando yo falte,
Con su paternal cariño
Y bondad, sabrá cuidarles.
Quizás, si Dios me da vida,
Volveré... para abrazarles
Y juntitos correremos
A donde no nos alcancen.
Atravesando los montes
Peñas y cerros distantes,
Una noche, a medianoche,
Vendré, para visitarles.
Quizás los tres encontremos
En un cerro muy distante
Donde vivir los tres solos,
Y no nos persiga nadie...
Tengo miedo de morirme
En lejanas soledades,
Sin ver a mis caras prendas
Y el último abrazo darles.
Quién dirá cuando yo muera
“Ha muerto el indio, lloradle”
Ellos, de noche y de día,
¡Me esperarán... esperádme...!
Mas ya aparece la Luna
Con su brillo rutilante;
De alejarme de los míos
Ya llegó el penoso instante...
Me voy, me voy, tierra mía
Muy lejos... para acabarme;
Tú eres para mi madrastra
En lugar de ser mi madre.
Si se deseara consultar el poema en físico esta disponible en el libro de Cuenca (tomo II)
entre otros
https://biblioteca.cuenca.gob.ec/opac_css/index.php?lvl=notice_display&id=30114
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